Los legisladores porteños aprobaron esta tarde el proyecto de reforma de la Ley 2340 que busca mejorar el acceso a la vivienda a través de los alquileres. La propuesta elaborada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires alcanzará a unas 400.000 familias que alquilan en la Ciudad, además de promover la mejora del sistema a través de la defensa de propietarios e inquilinos.

Durante el debate parlamentario, que duró aproximadamente una hora y media, la ley obtuvo 51 votos positivos, 0 negativos y 2 abstenciones. El proyecto fue presentado por la presidenta de la Comisión de Vivienda, Lía Rueda, y la presidenta del bloque de la Coalición Cívica-ARI, Paula Oliveto, y se centra en cuatro medidas:

Los puntos claves

La comisión inmobiliaria no será pagada por los inquilinos, sino por los dueños. Esto facilitará el acceso al alquiler, ya que esta comisión, más los adelantos y los costos de la mudanza, hacían que los inquilinos tuvieran que afrontar muchos gastos de entrada. De esta manera, inquilinos y propietarios compartirán los gastos.

Las inmobiliarias no podrán cobrar por los gastos de gestoría ni de administración.

Los derechos de los inquilinos y de los propietarios deberán estar visibles en los sitios de Internet y en las oficinas de las inmobiliarias. De la misma manera, estarán presentes en las redes sociales y sitios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

El Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) será el encargado de velar por los derechos de los inquilinos y de los propietarios, que trabajará en conjunto con la Defensoría del Pueblo de la Ciudad para brindar asistencia legal gratuita.

Tras la votación, el titular del Instituto de la Vivienda de la Ciudad, Juan Maquieyra, sostuvo que se seguirá trabajando para mejorar el sistema de alquileres y para promover que las viviendas que están vacías sean ofrecidas en alquiler.

«Este es un primer paso para lograr que sea más fácil, seguro y barato alquilar en la Ciudad de Buenos Aires. Estimamos que con esta medida, el costo de entrada para alquilar una vivienda va a bajar entre un 25 y un 30 por ciento, y eso va a hacer que los inquilinos no necesiten juntar tanta plata para entrar. Además, ya estamos trabajando en alternativas para ofrecer garantías inmobiliarias que conformen a los propietarios y agilicen la operatoria», aseguró.